El pasado.

El pasado, esos momentos ya transcurridos... Eso que ya no puedes cambiar aunque sea lo que desees con toda la fuerza del mundo. El presente se convierte en pasado en un solo instante. ¿Cuántas veces hemos querido volver a este? ¿Cuántas veces hemos querido deshacer cosas? Muchísimas veces hemos querido dar vuelta hacia atrás y volver a un instante pero no se puede, no hay ninguna posibilidad. Esos caminos o errores ya han sido tomados y hay que hacerle frente a lo que conllevan, en eso consiste la madurez y la responsabilidad. 

De pequeños nos queremos hacer mayores pero no sabemos lo que queremos, esos tiempos son los mejores de la vida de una persona, no posees ningún tipo de obligación ni responsabilidad. Es la etapa más feliz de tu vida y una vez pasada nunca podrás regresar a ella. Aunque no puedas regresar a ninguna etapa del pasado se aprende mucho, de este se aprenden los errores y decisiones tomadas que han resultado ser erróneas o todo lo contrario acertadas. Con estas experiencias vamos labrando nuestro criterio y nuestro provenir, quien no quiere recordar el pasado cometerá los mismo errores que anteriormente y no aprenderá de ellos.

Así que de cada situación tarde o temprano se podrá sacar algo positivo, aunque algún día se logre viajar al pasado, esto supondría muchas cosas positivas y negativas ya que sería un gran avance donde se podría ayudar a muchas personas, pero si cambias el pasado también cambias el presente y el futuro y por lo tanto no sabrías que cambios podrían ser beneficiosos o perjudiciales.